domingo, 13 de febrero de 2011

Cuentos de hadas para adultos

No puedo negar mi atracción hacia la fantasía. Vivimos en tiempos convulsos y ajenos a valores olvidados como el honor o el sacrificio común, convencidos por voluntades muy conscientes quizá, de que perseguir un ideal es una pérdida de tiempo tal como correr hasta un oasis en un desierto.
Hemos estado buscando, cada vez más, la paz y la felicidad en nuestra intimidad, y la sociedad ha estado alimentando la idea de que el individuo y el método del raciocinio más estéril son el único camino.
Dispersos y sin ilusiones, vamos a trabajar, y soñamos con un futuro pleno. ¿Se puede vivir con plenitud en soledad?
Parece responder a estas circunstancias la creciente oleada de productos literarios o cinematográficos que recuperan nuestros sueños infantiles y nuestras aspiraciones como adultos, emocionándonos con esas escenas finales en películas épicas y permitiéndonos escapar al horario de oficina con trucos de magia y romances ideales. (Permitidme una nota: la huelga de guionistas lo hace más evidente, me remito, por ejemplo, a Shamalrramancio o como coño se llame, y la gran patata de película sacada de una serie de dibujos “Airbender”).
Yo también he caído en la tentación de soñar un poco. Pero tengo algo que reprochar a la falta de ambición de otros que se rinden a la fantasía. Parece que teman soñar en grande, y nos sentimos engañados cuando leemos que Gandalf cae en un abismo con el Balrog y desaparece, como para evitar que sintamos vergüenza adulta de disfrutarlo, un inolvidable combate, hito de resistencia y coraje, y los frikies como yo, echamos de menos algo más que una linterna en su bastón y cuatro petardos que salen de su pipa mientras sale de La Comarca. (Que conste, dada la época en la que Tolkien escribió su saga, lo considero un gran creador, pero a lo que me refiero es a que parece que hayamos heredado un límite para fantasear).
Puestos a sufrir la falta de ambición, y finalmente confesando que me gustan los cuentos (tanto que me gustaría vivir del cuento algún día, nunca mejor dicho), traduzco las hadas en demonios y los romances exquisitos en reales amores imposibles.
Un cuento de hadas para adultos, realidad violenta, política ambigua y figuras manipuladoras y caprichosas, casi como en la vida misma, pero con el valor que nos falta en la realidad, para ser valientes y plantar cara a quien oprime, o rendirnos al amor y querer sin miedo a que no estéis el uno hecho para el otro.

2 comentarios:

  1. Ya sabrás que comparto contigo esa atracción hacia la fantasía

    Por supuesto, tambien me quema esa falta de ambición de la que hablas. Es como si no existiera ese publico adulto con ganas de fantasia, y las pocas veces que se crea una pelicula/libro se queden a mitad de camino, tal vez olvidando la propia definicion de fantasia. Supongo que por eso mismo me gusta el anime.

    Espero con ganas ver como desarrollas estos "cuentos de hadas para adultos", y con mas ganas espero tenerlo algun dia tenerlo en formato fisico (o puede que digital, quien sabe).

    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Kawo. Colgaré un par de pedazos más de este proyecto, y puede que te lleves una sorpresa en uno de ellos ^^.

    La verdad es que este segmento no es el mejor ejemplo de fantasía desatada jajaja, pero sencillamente no he colgado algo más ajustado al post posterior, por estar ese momento en ciernes :P

    ResponderEliminar

Tu opinión me interesa. Ten libertad para criticar lo que se cuece por aquí.